Laura Giagnacovo Nª 636 | 08:00 a 14:00 hs
Construcción Edificio:
1925 / 1927
Dirección:
Pedro N. Lopez y Eva Perón
Categoria:
Edificio de Caracter Privado

Los inicios

   Segunda mitad del siglo XIX, vecindario en crecimiento, calles de tierra y carentes de iluminación, surcos profundos de los carros. Así era el poblado de San Miguel del Monte, cuando entre los meses de octubre de 1869 y enero de 1870 se reciben 62 faroles de kerosene, ubicados principalmente en las esquinas, cuyas mechas son revisadas y encendidas por el farolero al atardecer. Es el primer alumbrado público, que crece lentamente con los años, y el apoyo de autoridades y vecinos.

El farol y el farolero

   Cuando no existía iluminación eléctrica, el farolero era la persona encargada de encender los faroles de una población y mantenerlos en buen estado. A cada farolero se le adjudicaba un determinado número de faroles y las calles en concreto a las que debía asistir. Debía encenderlos a una determinada hora en las noches oscuras y en las de luna a la hora que se les señalara. Debía acudir al amanecer por aceite y mechas para proveer a los faroles y mantenerlos limpios, lo que debía hacer a primera hora de la mañana. Para realizar su trabajo, los faroleros estaban provistos de un chuzo, un pito, una linternaescaleraalcuza y paños. Respondían del estado de los faroles que tenían asignados debiendo pagar los daños que les causaran.

     A menudo, compaginaban su labor con la de guarda, debiendo estar vigilantes toda la noche desde el momento que se encendían los faroles hasta el amanecer. Entre sus obligaciones figuraban:

  • Darse voces de unos a otros desde las once de la noche, dictando la hora que era y el tiempo que hacía de cuarto en cuarto de hora no valiéndose del pito, sino para reunirse cuando necesitaran de auxilio.
  • Aprehender los malhechores o ladrones que encontrasen depositándolos en la guardia, cuartelcárcel más inmediata.
  • Avisar cuando hubiere fuego en alguna casa, al dueño de ella y después a la guardia más inmediata pero sin separarse de su puesto pues para todo debían pasar la palabra de unos a otros, como cuando algún vecino les pedía que solicitasen al médico, cirujano partera.

     Aunque esa labor urbana desapareció hace ya muchos años, en sus tiempos, el farolero era una persona fundamental. Su importante labor hoy desconocida e innecesaria nos hace pensar en cuántas labores que damos por imprescindibles hoy, se harán desconocidas para los hijos de nuestros nietos.

Último farol a kerosene de la ciudad de Buenos Aires, 1931. Similares a este han sido las primeras luminarias de nuestro pueblo.

Primera usina a gas de carbón:

    En 1916, dos vecinos, Carlos Croscatto y Guido Mazzoleni, instalan la primera usina en la calle Belgrano entre Félix de Azara y Zenón Videla Dorna. Esta corriente era generada a gas de carbón e impulsada por generadores con poleas de madera. El hospital recibe luz en primer término, luego alcanza a la iluminación domiciliaria y pública.

Hasta entonces los hogares no demandaban consumo de energía ya que no existían los aparatos eléctricos de uso doméstico. Sin embargo, la industrialización creciente y el avance en los medios de producción iban a transformar de manera irreversible la vida y las costumbres de todas las personas.

Don Juan Miguel Iguzquiza:

    A comienzos de 1900, proveniente de Lanús, llega un empresario, Don Juan Miguel Iguzquiza, que compra la propiedad ubicada en Pedro N. López y Eva Perón (ex Betbezé y Ducos), para instalar allí una Usina Eléctrica. Entre 1925 y 1927se construye el notable edificio, motivo de esta declaratoria, todo un símbolo de prosperidad para la época. En su moderna y espaciosa sala comienzan a funcionar dos motores de 50 HP y uno de 25 HP, marca Otto Deutz que poseían generadores de corriente continua Siemens Schuckertwerke. Es el Sr.José Méndez Rodriguez, electromecánico, enviado por la empresa Siemens, quien realiza las conexiones, luego de llegar a Monte el 6 de abril de 1927.  Como resultado, nace, el 25 de mayo de 1927, la USINA ELECTRICA DE MONTE. Desde entonces, y aún hoy, la palabra “usina” significa progreso, espíritu de superación y trabajo.

25 de mayo de 1927, inauguración de la Usina Eléctrica de Monte. Invitados y personal frente a la fachada del edificio, sobre calle P. N. López, que en esa época era aún de tierra.
Balbino Fernández (izq.) y José Méndez (der.) en dependencias de la vieja usina. Se pueden apreciar los antiguos motores Otto Deutz con sus enormes volantes de alrededor de 2,80 metros de diámetro.
José Méndez y el Deutz.
José Méndez junto a varios grupos electrógenos de corriente continua.
Balbino Fernández (izq.) y José Méndez (der.) en dependencias de la vieja usina. Se pueden apreciar los antiguos motores Otto Deutz con sus enormes volantes de alrededor de 2,80 metros de diámetro.
José Méndez y el Deutz.
25 de mayo de 1947. Para los festejos de los 20 años de la Usina Eléctrica, posan sus operarios.
25 de mayo de 1947. Festejos de los 20 años de la Usina Eléctrica, sobre la pared lindera con el galpón de Enrique Gervais. Disfrutaron un cordero que José Méndez ganó en una kermés en febrero y mantuvo vivo hasta entonces. De izq. a der.: Rosas, Varela, Sánchez, Enrique Gervais, Félix Petre, José Méndez, Balbino Fernández, Héctor Laprovítera, Lito Luján. Debajo: José Luis Méndez.

    Al principio, alrededor de 5 operarios mantenían en funcionamiento la Usina, brindando servicio entre las 6 y las 10 horas de la mañana, y entre las 18 y 24 horas de la noche.  Recién a partir de 1934, con la adquisición de nuevos motores, se comienza a brindar un servicio sin interrupciones durante las 24 horas.

Aparecen en escena ventiladores, heladeras, radios, planchas, motor eléctrico para sacar agua potable y fue necesario trabajar sin descanso por el bienestar de la comunidad.

Cooperativa Eléctrica de Monte Limitada:

   En 1947, los avances tecnológicos, técnicos y culturales pusieron de manifiesto para don Juan Miguel Iguzquiza, propietario, que el emprendimiento dejaba de ser un negocio. Vencida la concesión, el Sr. José Méndez Rodriguez, responsable durante 20 años del funcionamiento empresarial de la “fábrica de luz”    (nombre con que se la denomina en la escritura de venta de Iguzquiza hacia la CEM), comienza conversaciones para invitar a comerciantes y vecinos a unirse y poder mantener el servicio de electricidad. El 25 de mayo de 1947 el plantel se hace cargo y el 18 de abril de 1948 se forma el primer Consejo de Administración; nacía la Cooperativa Eléctrica de Monte Limitada.De allí en más todo será avance y progreso constante. Así, en 1948 comienza con el Servicio Eléctrico, en 1980 con el Servicio de Sepelio, en 1990 con la Casa Velatoria, en 1999 con el Cementerio Parque, en 2004 con el Servicio de Telefonía fija, en  2005 con el Servicio de Internet, en 2021 con la Televisión Digital (CEM TV), en 2021 con el Centro de Formación y Capacitación Cooperativa y finalmente, en 2022 con el  Servicio de Telefonía celular (IMOWI).

Su objetivo primordial: mejorar la calidad de vida de su gente, siempre con el más alto nivel de servicio técnico, sin perder su esencia social.

Libro de actas y primer acta de la CEM. Así comienza: “En el pueblo de Monte, siendo las 10.15 horas del día 18 de abril de 1948, en el local del Cine Teatro Humberto 1°, cedido gentilmente por la empresa del Club Deportivo Independiente, y como consecuencia de la propaganda y trabajos previos efectuados con anterioridad por la Comisión Provisoria Pro – Cooperativa Eléctrica de Monte…”
Primer móvil de la CEM, año 1950, Chevrolet 28 Champion, adaptado en talleres propios para llevar sobre su techo una escalera de 5 metros de alto, utilizada para el mantenimiento del alumbrado público. También llevaba 2 escaleras atadas con cintos y cajones de herramientas. Allí, Félix Petre, arreglando el alumbrado público en la esquina de av. San Martín y Eva Perón.
Sala de máquinas. De izq. a der.: Héctor Laprovítera, Salvador Valentini, Félix Petre y José Méndez.
29 de septiembre de 1955. Consejeros y operarios de la CEM posando sobre la plataforma del motor Sulzer, cuando éste se puso en marcha por primera vez. Este motor se compró con un cigüeñal de 11 metros de largo que estaba fisurado y s reparó en los talleres del Astillero Río Santiago.

Ayer y hoy:

    Del edificio de Iguzquiza, aún se conserva, la superficie de su planta rectangular, ligeramente aumentada con un entrepiso interior, de factura posterior, la volumetría, la estructura de hierro de columnas y cabreadas que soportan el techo, y también el puente grúa, que en principio funcionaba a cadenas y hoy lo hace a electricidad, características estas que se observan en las siguientes fotografías.

   La fachada principal del edificio tiene un lenguaje de ladrillos a la vista. La original contaba con 4 ventanas verticales distribuías en su ancho, detalles de rehundido y un coronamiento en el mismo material, con dos ejes verticales coronados por dos triángulos en su cornisa. En 2005 se remodeló el frente histórico del edificio. Los dos ejes verticales laterales originales son reemplazados por un eje central, que es enfatizado por el nuevo coronamiento con molduras decorativas blancas, que crecen en altura hacia el centro del edificio, y por un ojo de buey, conformando un amplio frontón escalonado. También se rodean las ventanas con una moldura pintada de blanco. Así es que se abre el portón para vehículos. En 2010 se reemplaza el portón de acceso. Estos cambios, producto de las nuevas necesidades y de los avances continuos, han tratado de mantener el espíritu original de la misma.

Usina Eléctrica de Monte, de Iguzquiza, de 1927 a 1947.
2005. Remodelación de la histórica fachada de la Cooperativa.

   Sobre esta fachada,que cuenta con dos farolas antiguas colocadas en sus extremos, se encontraba la terminal de salida, de la que salían cuatro líneas de 440 volts, dos por calle Italia y dos por calle Betbezé y Ducós, (hoy Eva Perón), que luego fuera retirada.

   El interior poseía piso calcáreo en damero color blanco tiza y negro, como puede observarse en las fotos más antiguas y aún en algunas más modernas, ya a color. Con el tiempo fue reemplazado por otro de cemento alisado.

José Luis Méndez fue el encargado de sacar del galpón el último motor generador Mann, ya sin uso.

   El espíritu conservacionista de la CEM ha llevado a la total puesta en valor del Ford A que solemos ver en los desfiles cívicos por las calles de nuestra ciudad, representando honrosamente a esta importante e imprescindible institución. Corría el año 1955 cuando este vehículo, el único, era un verdadero caballo de campaña. Entre otras tareas, con él se levantaban las columnas a modo de grúa. Toda una hazaña.

Dos momentos del Ford A utilizado por la CEM.

Hoy:

   Entre las actividades de este edificio se destacan: taller, herrería y estacionamiento de vehículos.

El 18 de abril de 2023, en fecha coincidente con el 75° aniversario de la creación de la Cooperativa Eléctrica de Monte Ltda., se ha firmado el convenio de preservación que declara este edificio como Bien de Valor Patrimonial, según la ordenanza N°4362/20.

Para Pensar

Así como aseveró el teólogo John Wesley (1703-1791)que “La electricidad es el alma del universo”, el galpón de la Usina de Monte, ideado y levantado por Iguzquiza, es el alma de la actual Cooperativa Eléctrica de Monte, es la representación física de “la luz”, con su inconfundible lenguaje ladrillero, convirtiéndose en un emblema de progreso y representando las mentes brillantes que acompañaron no solo el crecimiento y desarrollo de nuestro pueblo, sino de nuestro país. De allí la importancia de su conservación. ¡Valorémoslo!
  • Material documental de la Cooperativa Eléctrica de Monte Ltda.
  • Fotografías actuales de Nahuel Rizzoli, Cristian Germade y Mercedes Plaul.

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