Un mástil, dos icónicas escuelas

Dirección:
Alem y Pinazo

Un edificio, ayer y hoy:

Antiguo edificio donde funcionó la Escuela N°1 entre 1923 y 1946. Posteriormente funcionaría allí la Escuela N°16 (1947 – actualidad). A pesar que la foto no es a color, se observa la monocromía de sus paredes de entonces.
Frente del mismo edificio. Fuente: Mirta Girado.
Acto público frente a la Escuela N°16. Fuente: Archivo Escuela N°16.
Vista de la fachada principal del edificio sobre calle Alem. Fuente propia.

Vista de la fachada principal y detalle del acceso del edificio sobre calle Alem. Fuente propia.

     Situado frente a la fundacional plaza España, hoy España-Iribarne, con su frente principal sobre la calle Alem entre Pinazo y Soler, este no es solo un edificio que trasciende en el tiempo. Inaugurado en 1923 en el corazón del casco histórico de la ciudad de San Miguel del Monte, albergó a la Benemérita Escuela N°1 Gral. José de San Martín” desde su construcción hasta el 25 de junio de 1946, cuando ésta se mudara a su actual ubicación (Av. San Martín y Eva Perón).

     La siguiente placa de bronce está ubicada en una de las paredes del hall de acceso del edificio y da cuenta que su construcción se gestionó en el período en el que el Dr. Antonio E. Hiriart administraba la Dirección General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires (1918-1922).

Placa de bronce. Fuente propia.

     La señora María Odila “Belcha” Quetgles de Mackinson, quien fuera directora de la Escuela N°16, recuerda que el señor Rainieri, policía de profesión, fue quien ofició de cuidador mientras este edificio estuvo cerrado temporalmente, entre que se mudara la Escuela N°1 y comenzara su actividad la Escuela N°16, “Vicente López y Planes”, un 20 de mayo de 1947, con solo 25 alumnos. Así, la Escuela N°16 ocupa este edificio, hoy ya centenario, que sigue siendo testigo de hechos relevantes de la historia local.       

     En su fachada principal, friso desarrollo y cornisamiento. Pilastras, almohadillado, blanco, ocre y verde, ejes, simetrías, orden. Importante acceso flanqueado por ventanas verticales con postigos de chapa exteriores, ornatos, guirnaldas y escudos, rehundidos, relieves. Estilo este muy presente y característico del sitio.

     En su interior, aulas, galerías, biblioteca, aprendizajes, colores y letras, patio, niños y docentes, familias, campana y, un mástil.

La campana:

Antigua campana (izq.) y la actual en uso (der.). Fuente propia.

     En un colegio, la campana representa un marcador temporal sonoro que indica momentos importantes de la rutina escolar, como el comienzo y final de la jornada, los cambios de clase y los recreos. En algunas escuelas, tocar la campana también puede ser una tradición para conmemorar la graduación, representando el compromiso de los egresados con la sociedad. Y también significó, en otros tiempos, el lugar de algún ocasional castigo, tal como lo recuerdan sus ex alumnos cuando visitan la escuela en festividades importantes.

     Quienes pasan por una institución sin dudas, guardan en la memoria el sonido de la campana que invitaba a compartir momentos importantes. La historia de la Escuela N°16 tuvo dos campanas. La primera de ellas, testigo de momentos inolvidables, hoy descansa en una vitrina. La rajadura que presenta, motivó su reemplazo, mientras que la actual sigue siendo la protagonista del día a día, resistiéndose firme a la llegada de métodos más modernos como el timbre. En ambas el material es bronce y en ellas se puede leer, en relieve, la inscripción “Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires” rodeando un escudo nacional.

El mástil:

Vista anterior del mástil en el gran patio y detalle. Fuente: Archivo Escuela N°16.

Situado en el centro de uno de los laterales del gran patio, imponente e impoluto, no sólo es el soporte para la bandera, sino que representa un símbolo de respeto, orgullo e identidad nacional compartidos por la comunidad educativa, y un espacio para la celebración de momentos importantes. Es el punto central de las ceremonias escolares y eventos oficiales, donde izar y arriar la bandera al iniciar y finalizar los días escolares, conforman un gesto que genera un sentimiento de pertenencia y unidad entre los estudiantes, el cuerpo docente y las familias. 

     En lo que refiere a la inscripción principal de este mástil, “DIOS, PATRIA, HOGAR, ESCUELA”, esta representa un conjunto de valores y principios que se asocian a la identidad nacional y la educación. Estos valores son la base para la formación de los niños dentro de un contexto social y cultural. 

     Como es sabido, Dios, refiere a la creencia religiosa que profesa cualquier ciudadano y a la conexión con lo trascendente. Patria, representa el sentimiento de pertenencia a un país y a su historia, cultura y tradiciones. Hogar, es el espacio familiar donde se aprenden los primeros valores y se forma la personalidad. Y, finalmente, Escuela, es la institución educativa que transmite conocimientos y valores para la formación integral del individuo. 

    Preservar un mástil con todas sus características intrínsecas originales no significa, bajo ningún concepto, resignificar o convalidar un pensamiento de una época determinada, ya pasada; implica conservar la autenticidad del elemento, su estilo y su mensaje de origen, como testimonio del contexto histórico de su época de construcción, a la vez que se conserva su integridad.

     Para no caer en intolerancias o autoritarismos, una forma madura de abordarlos es explicarlos, con sentido crítico, con educación democrática, siendo esto un desafío para la institución, sin negar o pretender borrar su real existencia.

Recuerdos, investigaciones y documentos:

     Mediante el invalorable testimonio de la señora “Belcha”, en la parte inferior del mástil, en el sector que se orienta hacia la actual cocina, figuran, con letras en bajorrelieve, los donantes del mástil y la fecha de su construcción. Los donantes habrían sido José Aicardi y Pedro Fornasier, dos integrantes de familias montenses.

     Dada la antigüedad del mástil y las diferentes restauraciones que han sucedido sobre sus superficies, en tal inscripción solo se identificaba con absoluta claridad y, en primera instancia, la palabra DONACIÓN. Debajo de esta palabra se esboza una línea de borrosas letras. Se estima que en ese segundo renglón estarían los apellidos de los donantes, mencionados con anterioridad. Y, en un tercer renglón, se alcanza a observar una fecha. El mes es JUNIO. Y tiene mucha lógica que un mástil se inaugurara en el mes en que se recuerda la muerte del creador de la insignia patria, Manuel Belgrano. El año, en este renglón, no puede llegar a identificarse con claridad, si bien sus números iniciales son 19, lo que indica el siglo XX.

     La escritura de este sector del mástil, como así su procedencia, está siendo redescubierta, en la medida de lo posible, mediante la exploración de la Comisión de Patrimonio local, la memoria de actores fundamentales de la institución y, ante la curiosidad y participación de los niños y docentes actuales.

     Mediante investigaciones en variados, numerosos y riquísimos documentos históricos de la Benemérita Escuela N°1 “Gral. José de San Martín” (institución inaugurada en 1816) se puede inferir con bastantes certezas que esté mástil debe haber acompañado a la mencionada escuela cuando esta desarrollaba su actividad aún en el edificio actual de la Escuela N°16, entre los años 1923 y 1946.

     Motivan esta hipótesis la íntima relación de los apellidos de los señores donantes del mástil con la historia de la Escuela N°1; que Pedro Fornasier, uno de ellos, también fue quien participó activamente, conjuntamente con Daniel Videla Dorna, el doctor Ramón Márquez y Ernesto Stefani, y desde los inicios, en la Comisión pro adquisición del terreno para la construcción del actual edificio de la Escuela N°1; que Pedro Fornasier, según documento adjunto debajo, fechado el 18 de mayo de 1946, (cuando aún la Escuela N°1 funcionaba en el edificio de la hoy Escuela N°16) donó a la Escuela N°1, escarapelas para los alumnos, donaciones estas, escarapelas y mástil, que se hermanan con la identidad nacional y el patriotismo; que, según el membrete del documento adjunto, su actividad comercial estaba en vinculación con la construcción, entre otras, con lo cual bien pudo haberse encargado de la construcción del mástil con total fluidez; que tanto José Aicardi como Pedro Fornasier eran dos personas con un buen pasar económico, pero por sobre todo, íntimamente relacionados con la historia grande de la Escuela N°1 y que sus descendientes, Zulema Manzino de Aicardi, Ana Rosa Fornasier de Echenique, Lucia Fornasier de Jones, fueron docentes y directoras de esta institución, entre otras.

Donación de escarapelas de Pedro Fornasier a la Escuela N°1, 18 de mayo de 1946. Fuente: Archivo Escuela N°1.

     Debido a la falta de registros escolares, tanto en la Escuela N°1 como en la Escuela N°16, que verifiquen fehacientemente fechas y donantes del mástil, la memoria de una de las directoras de ésta última, es quien da el puntapié inicial para la investigación que infiere datos. Ausencias, recuerdos, testimonios.

     Consultada también la enorme sabiduría del arquitecto Carlos Moreno al respecto y, teniendo en cuenta la materialidad, las formas y la inscripción, él asevera que es un estilo de mástil característico de la década de 1930 en las escuelas argentinas. Otro dato, no menor, que une el inicio del mástil con la Escuela N°1.

     Todos estos datos llevan a pensar este mástil como un objeto de hermandad entre dos icónicos establecimientos educativos de la comunidad montense, un objeto que establece relaciones fraternales entre personas e instituciones.

Trabajos in situ:

     En varias tardes de trabajo de investigación in situ, Nahuel Rizzoli y Mercedes Plaul, (ambos miembros de la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico, Cultural y Natural Montense), acompañados y guiados por la enorme generosidad y sabiduría de Javier Ulke y también por los alumnos que muestran mucha curiosidad e interés en descubrir la historia del mástil, se han podido aplicar diferentes técnicas, no invasivas, sobre las escrituras del mismo.

      Este trabajo ha dado sus frutos y, de esta manera, se ha podido dilucidar que debajo de la palabra DONACIÓN, se ubican los apellidos AICARDI Y FORNASIER. Mientras que en el tercer renglón se observa JUNIO 1939. Todos los caracteres de este texto mantienen tanto el estilo de letras como una constante separación entre las mismas, datos que también fueron empleados para el descubrimiento de las palabras. También se destaca que, el texto, de los diferentes renglones se mantienen centrados entre sí, formando un conjunto armónico. El estilo de la grafía de este sector del mástil está, además, en concordancia con el estilo de las palabras de su cara frontal.

Puesta en valor del mástil en el año 2025. Fuente: Belén Ballester.

   Con estos trabajos realizados sobre la superficie del mástil, se verifica la teoría esbozada en principio, partiendo de la memoriosa Belcha, quien también recuerda que el mástil, más precisamente su escalón inferior era utilizado por las maestras para tomar un pequeño descanso mientras acompañaban a los niños en los recreos. Este mástil, desde el año de su construcción en 1939, ha acompañado a la Escuela N°1 (cuando ella funcionaba en este edificio) hasta 1946 cuando se mudara a su actual ubicación. Y también acompaña a la Escuela N°16 en toda su trayectoria institucional.

    Con el trabajo minucioso y generoso de la profesora de Artes Plásticas María de los Ángeles Casale, se ha logrado darle un nuevo realce a todas las palabras que forman parte de la identidad del mástil. Se agradece especialmente su participación y la de Javier Ulke, actores fundamentales para que el mástil luzca esplendoroso y que su historia no se desvanezca en el tiempo, trascendiendo las generaciones.   

     Para finalizar, un mástil, y este mástil en particular, sólo, rodeado de flores o de un borde de piedras, según su fisonomía a lo largo de los años y las modas imperantes, es el nodo que ha reunido, reúne y reunirá a las comunidades educativas de las queridas Escuela N°1 y N°16 en grandes y pequeños momentos. Como prueba de esto, se adjuntan fotografías de diferentes eventos y en diversos momentos históricos, que reflejan la importancia de este ícono escolar. ¿Te animas a sumar tu imagen en el mástil?

Galería de imágenes:

Fuente: Archivo Escuela N°16. Derecha: docente y directiva Isabel Goycoechea.

Fuente: Archivo Escuela N°16.

Fuente: Archivo Escuela N°16.

Fuente: Archivo Escuela N°16.

Fuente: Roberto Mondaca. En la foto de la izquierda, la docente es “Belcha” Quetgles. Foto derecha: Ángel Bonetti, profesor de Educación Física y la sonriente docente, Beatriz Castaño.

Fuente: Roberto Mondaca.

Fuente: Roberto Mondaca.

Cuarto grado “A”, Escuela N°16, Monte. Maestra: Marta Moirón. Fuente: Susana Blanco.

Fuente: Archivo Escuela N°16. Foto izquierda: Matilde Arias, Estela Pescio y Beatriz Fernández.

Fuente: Archivo Escuela N°16.
Despedida organizada por la Escuela 16, por la jubilación del Profesor de Educación Física Beto Roldán, el viernes 30 de agosto de 2018. Roldán abraza a su madre Sonia, la Directora Estela Pescio en uso de la palabra y el locutor, Juan Fernández. Fuente: Beto Roldán.
Egreso de Gonzalo Bogdanovich. Junto a Santiago, su hermano y sus abuelos Marta Gmelin y Alejandro Bogdanovich, 2008, Escuela N°16, Monte. Fuente: Ana Furlan.
Egreso de Gonzalo Bogdanovich. Junto a Santiago, su hermano y su mamá Ana Furlan, 2008, Escuela N°16, Monte. Fuente: Ana Furlan.
Egreso de Gonzalo Bogdanovich. Junto a Santiago, su hermano y su mamá Ana Furlan, 2008, Escuela N°16, Monte. Fuente: Ana Furlan.
Egreso de Gonzalo Bogdanovich. Junto a Santiago, su hermano y la docente Beatriz Fernández, 2008, Escuela N°16, Monte. Fuente: Ana Furlan.

Hoy

     En el marco del proyecto de restauración del Mástil Histórico de la Escuela primaria N°16 “Vicente López y Planes” del distrito de Monte, se prevén tareas de puesta en valor, ante el visible deterioro que presentaba, comprendiendo su valor histórico, simbólico y cultural. Este proyecto fue llevado a cabo durante el presente año, 2025, de manera conjunta con la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico, Cultural y Natural Montense, recuperando ésta toda la información relevante referente a la historia del Mástil.   
     De esta forma se ha logrado revalorizar el patrimonio histórico de la escuela, fortalecer el sentido de pertenencia y la identidad nacional de los estudiantes, restaurar el mástil conservando sus características originales, investigar y documentar su origen, colocando una placa, por parte de la escuela, que aporta valor educativo.
     La Comisión de Patrimonio, adhiriendo al proyecto mencionado y considerando de suma importancia para la memoria y la identidad montense la preservación de la campana original y este mástil, propone y resuelve la salvaguardia de ambos bienes mediante el convenio firmado el 11 de agosto de 2025 que declara al mástil y la campana original que se ubican en la actual Escuela N°16 como Bienes de Valor Patrimonial, según la ordenanza N°4362/20. Su decreto declaratorio lleva el N°1557, con fecha del 9 de septiembre de 2025.

Para pensar:

     Los objetos materiales con significancia, que acompañan a los bienes inmuebles patrimoniables, y que, conllevan una fuerte presencia en la comunidad, se convierten en objetos únicos e irremplazables, con todas sus características intrínsecas y originales. Y, en este caso, el patrimonio inmaterial, los recuerdos, las vivencias, consolidan, acompañan y agregan importante valor el patrimonio material, erigiéndolo en referente con capacidad de representar simbólicamente una identidad, convirtiéndose, de este modo, en un legado que pertenece a toda la humanidad.
 
“Sólo se valora lo que se conoce, y sólo se protege lo que se valora”.
  • Miguel Ángel Fabiano. Monte, cuna de Rosas.
  • Aportes de ex docentes/directoras María Odila “Belcha” Quetgles de Mackinson, Amalia Dodera de Scatena, Ilse Bonetti, Beto Roldán, directora actual Belén Ballester, profesora Ana Mercedes Echenique.
  • Arquitecto Carlos Moreno.
  • Archivo fotográfico de la Escuela N°16, Susana Blanco, Ana Furlan, Mirta Girado y Roberto Mondaca.
  • Archivo documental de Escuela N°1.
  • Almanaque recordatorio de los 75 años de la Escuela N°16.
  • Javier Ulke, Profesor en Artes Plásticas (Orientación en dibujo) por la Universidad de La Plata, ex alumno de la Escuela N°16.
  • María de los Ángeles Casale, Profesora de Artes Plásticas.
  • Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico, Cultural y Natural Montense.

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