Una excentricidad de su dueño el señor López, fue construir una torre de telecomunicaciones en un sector de su lote detrás de la casa, más alta aún que la del doctor Muñoz Vives (construida en 1926, desarmada en 1968, ubicada en la esquina de Italia e Yrigoyen).
Por esos años, después de la Primera Guerra Mundial había muchos radioaficionados. El empleo del hierro en las construcciones civiles favorecía la creación de torres, la más emblemática y conocida, la Tour Eiffel, inaugurada para la Exposición Universal de París en 1889. Este material dio lugar a la construcción de puentes, grandes estaciones, molinos, columnas de alumbrado, etc. Y, con el advenimiento del Modernismo, dejó sus más bellas expresiones de arte y diseño.
Tal como puede apreciarse en la fotografía la torre mostró una elegante factura, pero un fuerte temporal en el año 1928 la derribó. Así mismo puede verse el entorno de esta casa, la laguna, una achaparrada vegetación y una pequeña casita era todo lo que existía. El terreno llegaba por el contrafrente, hasta la calle Arroquigaray. Las calles eran de tierra, a solo dos cuadras se hallaba el Cementerio y hacia el este, el campanario de la Iglesia.
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