La capilla cuenta con una sola nave, su techo es a dos aguas. La fachada presenta un frontis simétrico flanqueado por pilastras, rematadas en dos cilindros que decoran la columnata. La puerta de doble hoja, realizada en madera, que recibe a los feligreses, está rodeada por un arco de medio punto. Destaca su sencilla pero hermosa factura de líneas rectas con una cruz tallada en cada hoja. Sobre ella, sustentada por nuevas pilastras decorativas, un arco moldurado la realza. Culmina la centralidad con un campanario sencillo, de campana solitaria, pero barrocamente decorado. Todas las molduras de este templo adquieren relevancia al ser pintadas de ocre que contrasta con la blancura del templo. El eje central se eleva hacia el cielo gracias a la cruz de hierro ricamente elaborada.
Atravesando el portal nos encontramos en un pequeño y cálido recinto. La luz se filtra por las simétricas ventanas de arco que alternan con las pilastras. En ellas se ubican distintas figuras religiosas. La luz se difumina a través de los vidrios amarillos creando un efecto místico. Encaminándonos hacia el altar pueden observarse dos puertas idénticas laterales que acompañan un arco de mampostería, que enmarca un retablo tallado en madera por manos expertas. En la hornacina central, Santa Margarita de Cortona. A ambos lados, Jesucristo y la Virgen María la escoltan.
A la derecha del altar se ubica la pila bautismal de blanco inmaculado, sobre un piso de damero blanco y negro. El resto del templo asombra con la diagonalidad de su embaldosado que alterna los mismos colores.
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