El documento “Memorias de la familia de Hilario C. Diana” junto a una serie de fotografías, cartas y certificados, llegó a mis manos a través de mi padre, Oscar Antonio Schwint, heredado de su madre Hebe Magdalena Puente Diana y custodiado por su padre, Oscar Francisco Schwint Escalante.
Entre los documentos se destaca: “Memorias de la familia de Hilario C. Diana”, que conecta nuestra historia familiar a San Miguel del Monte, en particular a la Estancia “Los Cerrillos” y la Guardia del Monte hacia el año 1867.
El documento enumera lugar y fecha de los nacimientos, bautismos y defunciones de los 6 hijos del matrimonio de mis tatarabuelos, Hilario C. Diana Ceifier y Carmen Zaldarriaga Galigniana.
Hilario y Carmen se casaron en la Iglesia de San Ignacio (Catedral Sud) el 17 de Octubre de 1863, ambos con 28 años de edad y fueron testigos Federico Terrero Muñoz de Rávago (tío de Carmen) y Tomasa Ceifier de Diana (madre de Hilario). Del matrimonio nacieron:
María Belén en 1865, María del Carmen en 1866, segunda María del Carmen en 1867, Juan Antonio Exequiel en 1870, Carlos Ramón en 1873, María Elena en 1876.
La pareja sufrió la tragedia de perder dos de sus hijas en las epidemias de Fiebre Amarilla y Tifus, María Belén y María del Carmen, esta última se encontraba en la Estancia Los Cerrillos en el momento de su muerte.
Cita del documento: “El 19 de Septiembre del año 1867, a las nueve y media de la noche murió mi hijita María del Carmen en la Estancia “Los Cerrillos”, a la edad de 1 año, 3 meses y 1 día, siendo enterrada el 20 del mismo mes, en La Guardia del Monte, Bóveda de Romero”.
Mi abuela Hebe, nieta de Hilario y Carmen, me contó muchas veces que sus abuelos se habían retirado de la ciudad al campo de sus parientes Terrero para refugiarse durante las epidemias que azolaron nuestro país en esa época y que sufrieron la pérdida de dos de sus hijas. Ella me transmitió el amor de sus abuelos a sus hijos a través del recuerdo de María Belén y María del Carmen que trascendió 3 generaciones. La memoria intangible forma parte de nuestra cultura y debe ser preservada.
Gracias a estas memorias plasmadas en documentos y a la amable colaboración de Mercedes Plaul, secretaria de la Comisión de Preservación del Patrimonio Histórico, Cultural y Natural de San Miguel del Monte, pude comenzar a reconstruir de manera tangible este relato transmitido desde hace 160 años.
En particular quiero agradecer a Mercedes y a sus hijas Juana y Belén Berdina por la transcripción de la carta enviada por Manuelita Rosas de Terrero a Carmen Zaldarriaga y a la Comisión por el trabajo de preservación y difusión del Patrimonio.
Clara Magdalena Schwint
Licenciada en Museología
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