Casa Dean

Dirección:
Calle Giagnacovo y Pinazo

“EL SOLAR DE DOÑA JOSEFA SOSA”

Contexto:

      Tomando en cuenta el plano de 1822, el primero conocido de la Guardia de San Miguel del Monte, el propietario de este solar fue don Zenón Videla, otro de los ilustres apellidos que nos rondan en las calles, monumentos y edificios de nuestro pueblo y partido. Allí figura con la referencia N°10.

     Con posterioridad, el agrimensor don Feliciano Chiclana, hijo del hombre de Mayo, en 1829, por pedido del General don Juan Manuel de Rosas, procede al delineamiento del pueblo del Monte. Se encuentra con manzanas muy irregularidad y calles que distan mucho de ser paralelas. En ese plano quedan designados los solares que han de servir para edificios públicos y uno para plaza. El proyecto supone la completa demolición del antiguo fuerte, que encuentra “arruinado”. También detalla la nómina de 75 vecinos que habitan cada solar, entre los que se destaca, don Vicente González, uno de los amigos más leales y estimados de Rosas. Con el número 24 de ese listado figura Doña Josefa Sosa, en un solar ubicado en la actual calle Giagnacovo y Pinazo, esquina Noreste. Si la construcción que se encuentra en esta esquina fuese la de Doña Josefa Sosa, su construcción sería anterior a 1829, con lo que su edad superaría los 200 años. ¿Sería la casa de doña Josefa un rancho, predecesora de la maciza construcción actual? Este es el solar del cual trataremos de esbozar su historia.

     Hablemos del sistema parcelario. La concepción indiana, consistente en la división de la manzana en cuartos, se mantuvo, a través de los instrumentos legales, hasta bien entrado el siglo XIX, pues aún la Ley de Ejidos de 1870 admitía el cuarto de manzana como dimensión máxima. Con esta división era característico que se consolidaran las esquinas, con construcciones dedicadas mayoritariamente a viviendas. En sus orígenes, los gobiernos vendían estos generosos solares a efectos de favorecer el asentamiento de nuevos habitantes en los incipientes poblados. La construcción que aquí nos convoca es un claro ejemplo de lo antes descripto.

La Casa

    Esta casa, que hace años perteneció a la familia Neyra, comprendía un solar de mayor extensión que el actual y con el tiempo ha ido subdividiéndose y adaptándose a los nuevos modos sistemáticos de parcelamiento.

     Luego de la familia Neyra, perteneció a los Innaco, posteriormente a la firma de Mariano Acosta y, más tarde fue adquirida por el padre de Raquel Iriarte, hasta llegar a los propietarios y moradores actuales.

     La casa luce orgullosa sus gruesas y altísimas paredes de ladrillos comunes asentados en barro, sin revoque en su fachada externa que ostenta un friso revocado, pilastras y cornisas con importantes molduras, lo que le da una impronta italianizante.  Las aberturas de la parte antigua de la construcción son originales, de abrir, de madera, con banderolas superiores, postigos interiores y rejas en las ventanas. La puerta de acceso cuenta con dos hermosos escalones de mármol. En su interior, tiene una puerta cancel que da fin a su zaguán de acceso. La hilera de habitaciones que conforma la línea municipal, sector original de la casa que aún está en pie, conserva vigorosos sus pisos de pinotea sobre cámaras de aire, ventiladas por trabajadas rejillas de hierro, que se pueden observar desde la calle.

Hoy

   En los últimos años ha crecido en su superficie y ha contado con modificaciones que permitieron su adaptación a las necesidades modernas, pero de ningún modo se ha puesto en riesgo el espíritu de la vivienda original. Hoy su función original no ha cambiado y continúa albergado a una familia. Mediante la decisión de sus dueños, la casa original ha preservado su materialidad, sus formas, sus dimensiones, su lenguaje, y así, su historia, su mensaje y la fisonomía del pueblo. De esta manera se ha logrado una puesta en valor realmente importante que prioriza el respeto a los antepasados.

Para Pensar

De nada serviría registrar y conservar bienes o conocer sus historias, si no los comprendemos, con una mirada mucho más abarcativa, que incorpore siempre a las personas que lo viven, lo transitan, lo utilizan, sin olvidar a quienes lo hicieron, le dieron forma, quienes están presentes en la lectura de un edificio y fueron indispensables en la construcción de los pueblos.   
  • Geodesia de La Plata
  • Vecinos montenses
  • Fotografías propias.

Realizá tu Comentario